La administración no está a la altura de las circunstancias…
En el pasado VIII FORO de Turismo Náutico del Salón Náutico de Madrid, Francisco José Suárez Llanos, Subdirector General de Seguridad Marítima y Contaminación de la Dirección General de la Marina Mercante del Ministerio de Fomento, anunció varias novedades, como que la futura habilitación a los Capitanes de Yate de la marina de recreo para el gobierno de embarcaciones de charter náutico está más cerca de ser una realidad aunque conllevará la realización de una formación complementaria. ¿Pero de qué formación complementaria estamos hablando..? Este punto ya no fue aclarado…
También señaló que se descentraliza el despacho de barcos de menos de 24 metros de eslora, así como que se regula el traslado de embarcaciones no matriculadas, para traslado de su venta o para realizar una prueba (el equivalente a las matrículas verdes de los coches)
En el mismo foro, Alberto de Zunzunegui, Vicepresidente de la Federación de Alquiler Náutico (FENAN) y de la Comisión de Turismo Náutico RLNE, tomó la palabra exponiendo que cuando se habla de crisis es que se habla de desequilibrio, pero a veces se llama crisis a que no se puedan renovar las flotas de charter cada cinco años, sin que la calidad y la atención del servicio justifiquen tal renovación.
Zunzunegui señaló que España sigue de espaldas al mar y que no se debe olvidar que el mar tiene una faceta educativa de gran calado (en la navegación se puede descubrir cómo son realmente las personas). Son necesarias políticas que acerquen lo que ofrece el mar -también las aguas interiores- y las actividades náuticas a los colegios y universidades. La Comisión de turismo Náutico de la Real Liga Naval Española pondrá en marcha iniciativas y actuaciones en este sentido.
Pedro Bores, Presidente de Puerto Sherry, señaló que el actual perfil de los navegantes está entre los 35 y 45 años, y esta horquilla no varía desde hace 15 años, muestra de lo que difícil que es infundir la afición náutica entre los jóvenes.
Así mismo, Alberto de Zunzunegui denunció la necesidad de un giro en la política fiscal que afecta a la náutica. Ahora mismo, España está fuera del mercado de los grandes yates por un simple motivo: el pago obligado del 12% de impuesto del valor de la embarcación cuando el cliente que contrata un charter es español y cruza aguas jurisdiccionales españolas. Esta importantísima traba impide que esos grandes yates extranjeros recalen en nuestras costas; se dejan de percibir importantes ingresos por parte de este tipo de visitantes.
